jueves, 28 de septiembre de 2017

Políticos y Damnificados

En días recientes, las redes sociales han estado más activas de lo normal. Los sismos en México vinieron a romper con la cotidianeidad de los usuarios y no sólo las noticias compartidas han inundado los muros de Facebook y el timeline en Twitter. También solicitudes de apoyo, mensajes solidarios, convocatorias para salir a apoyar a las calles y no podían faltar los memes. Esta coyuntura movilizo a todos y cada uno de los sectores de la sociedad desde obreros, trabajadores, estudiantes y por su puesto todos los miembros de la clase política, quienes buscaron sacar ventaja y no se quedaron con los brazos cruzados. Buscaron la forma de ayudar a los damnificados y de paso ayudarse de ellos. No faltara el que me acuse de reaccionario y cómplice de los partidos políticos, tampoco faltará el que critique y descalifique mis palabras. En todo caso, espero que tampoco falte el que con cabeza fría me lea y quiera polemizar, que contraargumente cualquier falla o vacío que pueda existir. Estoy consciente de que es un tema sensible y no espero que todos estén de acuerdo conmigo. Sin embargo, si hay que reconocer algo es que los políticos han buscado mecanismos para ayudar, algunos con buenas ideas, otros con pésimas ideas y algunos otros simplemente pasaron a joder a quienes ya estaban afectados.
Hablar del financiamiento público de los partidos políticos no es un tema nuevo, es una discusión de años, incluso me atrevería a decir que desde que existe legalmente la asignación presupuestaria para los partidos hay quienes se posicionan tanto a favor como en contra. En días recientes, los acontecimientos ocurridos desde el sismo del pasado 7 de septiembre desataron nuevamente la polémica en torno al uso del dinero que se les asigna a los partidos. Para las próximas elecciones se ha asignado un presupuesto récord en la historia de México (11.9 mil millones de pesos) y ahora que existen necesidades más importantes, estamos todos de acuerdo con que ese dinero podría tener mejor utilidad que simplemente pagar campañas electorales. Pero también se han buscado otras formas de utilizar el dinero que es de todos los mexicanos y canalizarlo a los damnificados.
Desde el Senado de la República, el presidente de la mesa directiva, Ernesto Cordero se puso las pilas y no se quedó con los brazos cruzados. Pensando en los damnificados de Chiapas y Oaxaca decidió abrir una cuenta bancaria para que todas y todos los interesados en solidarizarse pudieran depositar en ella y todo ese dinero fuera entregado directamente a las comunidades afectadas, claro a nombre del Senado. Heroicas acciones de Cordero y de todos los demás Senadores, pero más heroico sería que de sus propios bolsillos, o, mejor dicho, de sus cuentas bancarias salieran todas las donaciones. Por lo menos con un mes de sueldo de cada Senador, que según el Diario Oficial de la Federación son $116.6 mil pesos (sin contar todos los bonos de la dieta parlamentaria) se juntaría una cifra muy cercana a los 15 mdp y si lo diputados, también, se pusieran solidarios y destinaran, igualmente, un mes de sueldo, que como mínimo (ya con deducción e impuestos y sin contar los bonos y primas) serían $73,910.81 pesos por diputado. Entre los 500 se juntaría otros 9.5 mdp. Con solo ese “sacrificio” por parte de los miembros del cuerpo legislativo se podrían destinar 25.5 mdp, que no son nada despreciables por los que de verdad lo necesitan, los miles de damnificados en Chiapas y Oaxaca que, con el pasado sismo del 23 de septiembre, volvieron a sufrir grandes pérdidas materiales. Tampoco son nada para las grandes dietas que perciben mensualmente los legisladores.
El 14 de septiembre al dirigente nacional del Movimiento Regeneración Nacional se le ocurrió otra brillante idea para apoyar a los damnificados. Andrés Manuel López Obrador propuso que el 20% del presupuesto asignado para la campaña del 2018 fuera destinado íntegramente para los damnificados, y, de paso, invitó a que los demás dirigentes hicieran lo mismo. No faltaron las críticas de los miembros de otros partidos, quienes acusaban a AMLO de oportunista político y rechazaban completamente dicha propuesta alegando ilegalidad. Sólo tuvo que llegar el segundo sismo el 19 de septiembre para que los demás partidos sintieran la presión de la sociedad civil y dejaran de lado las excusas tontas. El 20 de septiembre, el Partido Revolucionario Institucional saca un comunicado en el que informa que destinarán 25% de los recursos destinados para campañas políticas, es decir 258 mdp, obviamente no fue de gratis, pues todos los medios de comunicación enaltecieron dicha acción y le pusieron la capa de héroe al PRI. AMLO no se quedó con los brazos cruzados e inmediatamente subió la apuesta a 50% del presupuesto y hasta el día 23 de septiembre el Consejo nacional de Morena aprobó dicha solicitud.
En este juego político preelectoral, el Frente Ciudadano, conformado por el PRD, PAN y Movimiento Ciudadano, no quiso (ni podía) quedarse atrás y entre los tres dirigentes nacionales de dichos particos (Alejandra Barrales, Ricardo Anaya y Dante Delgado, respectivamente) publicaron un video en el que se volaron la barda. Su propuesta desesperada consistía en destinar el 100% de los recursos para campañas a los damnificados por los sismos. Además, presentaron una propuesta de ley que reformaría la Ley Federal de Partidos Políticos para eliminar el presupuesto público a los partidos. De aquí surgen muchas dudas y muchas críticas a dichas propuestas. Para empezar, si destinan totalmente los recursos, ¿Cómo es que piensan financiar sus campañas? O ¿Es que acaso son tan ingenuos para pensar que por hacer eso la gente se va a convencer de que ellos son la mejor opción y le dará el voto al Frente Ciudadano, aún sin tener un candidato? Lo que piensan, mas bien, es financiarse a través de sus militantes, pero algo que pasan por alto es que financiar campañas políticas completamente con dinero privado ¡Es ilegal!
En un principio Senadores del PRD y del PAN atacaban a Andrés Manuel por que su propuesta, según ellos, era inaceptable e ilegal. Ahora vienen ellos articulando un plan sin fundamentos legales y meramente populistas (algo de lo que también siempre se le criticó a López Obrador). ¿En dónde quedó la coherencia del Frente Ciudadano? La desesperación de estos tres es cada vez más evidente.
La iniciativa de reforma que proponen es un tema en el que hay que detenerse y hacer una profunda crítica, hay que analizar que es lo que realmente proponen, pues, no sólo es peligroso, sino que además resulta demasiado atractivo para muchas personas que están cansados del despilfarro de los partidos políticos en campañas electorales, lo que lo hace doblemente peligroso. Lo que implica esto es que si se aprueba esta ley y la sociedad civil la apoya, el régimen electoral en México sería completamente privatizado y la política quedaría en manos de los empresarios. Esto es inaceptable. Ya ahondaré más en este tema en una futura ocasión. La buena noticia es que toda modificación a la normatividad electoral debe hacerse 90 días antes de empezar el proceso electoral y éste ya arranco hace unas semanas, por lo que la discusión de dicha propuesta se hará hasta el año siguiente, pasadas las elecciones del 1 de julio de 2018.
Efectivamente, la carrera por la presidencia ya inicio y lo que hemos visto aquí, no es otra cosa que disputa política proselitista y oportunismo político disfrazado de solidaridad. Toda ayuda emanada de los actores políticos lleva consigo intereses políticos y hay que tener mucho cuidado con esto. Se agradece que el ayudar a quien lo necesite esté en boca de todos, pero se repudia que no se haga con intención de ayudar simplemente, se repudia que los intereses políticos sean lo que mueva realmente este dinero. Si es que realmente lo políticos quieren ayudar, que lo hagan a título personal y que cierren la boca (y las redes sociales).

Aldair Guillén Zamora
@all_brann

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